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Preguntas frecuentes

Desastres y Enfermedades

Los cadáveres no ocasionan epidemias en caso de desastres

Washington, D.C., 23 de septiembre de 2004 (OPS

Las epidemias no ocurren espontáneamente después de un desastre y los cadáveres no conducen a brotes de enfermedades, asegura la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

"Lamentablemente seguimos siendo testigos del empleo de fosas comunes y de cremaciones masivas para una rápida disposición de los cuerpos, a partir de mitos y creencias de que los cadáveres representan un alto riesgo como focos de epidemias", explica la Dra. Mirta Roses Periago, directora de la OPS, en la introducción del libro Manejo de cadáveres en situaciones de desastres. Los agentes que causan enfermedades contagiosas no sobreviven mucho tiempo en un cuerpo muerto.

Múltiples estudios han demostrado que la descomposición de los cadáveres no causa epidemia alguna. El cadáver posee incluso menor riesgo infecto-contagioso que una persona viva infectada.

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  • Caraveres

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El Dr. Michael T. Osterholm, Ph.D., director del Centro de Investigación y Políticas de Enfermedades Infecciosas de la Universidad de Minnesota en Minneapolis. Declaró que “lo que la gente tiene que entender es que, al morir la persona, mueren también los microbios que se encuentran dentro de ella”.

El peligro de infecciones después de un cataclismo es alto, pero "no el que viene de los muertos, sino el que se origina en los vivos”. Los virus y bacterias de un ser humano no pueden sobrevivir una vez que este muere. La descomposición es causada por los saprofitos, bacterias que no causan enfermedades.

En estos casos lo que si debe de tenerse en consideración son la aparición de enfermedades diarreicas y otras infecciones causadas por la contaminación de agua y alimentos, y las neumonías e infecciones bronquiales causadas por vivir a la intemperie.

La mayoría de las enfermedades que se producen después de un terremoto son consecuencia de la mala higiene del agua y de los alimentos, y de la falta de un adecuado sistema de disposición de excretas y de control de mosquitos, ratas y otros vectores de enfermedades.

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